Licenciado en administracion, administracion de empresa, contabilidad, estudia administracion, gerente, empresas, gestion empresarial, qué es un licenciado en administración, cuál es el campo de trabajo del licenciado en administración, el trabajo del administrador: planear, organizar, dirigir, y controlar, el administrador profesional y el técnico, nexos entre el administrador y el empresario, precisiones respecto del administrador y otros funcionarios, en conclusiones de un administrador, estrategias de venta, comunicación y liderazgo en una empresa, 

que es dirección general de una empresa, que es estudio económico,  evaluación económica, contratación e inducción, el proceso de contratación, estructura de sueldos y salarios, porque se invierte y por qué son necesarios los proyectos, prestaciones del trabajador, seguridad e higiene en el trabajo, datos importantes que deben llevar en política de contratación del personal, medios de reclutamiento de personal, que es reclutamiento, requisición de personal para la selección del personal, investigación socioeconómica, sistemas de pago al personal, rotación de personal,

 análisis y valuación de puestos, auditoria de personal, planeacion de personal,

ETAPAS DE DESARROLLO EN LA EMPRESA




La falta de una visión compartida y coordinada afecta la articulación del sector de la micro, pequeña y mediana empresa con el resto de la economía

Este problema esta relacionado con la carencia de visión estratégica que tiene la nación acerca de la MIPYME, carencia que se observa a varios niveles. Las MIPYMEs no han logrado impulsar desde el sector una visión clara de su importancia para la economía nacional. Lo anterior se debe a tres factores:



  • La gran heterogeneidad del sector, en términos de tipos de empresas y de ramas productivas: Un ensamblador de bicicletas que cuenta con 30 empleados tiene problemas muy diferentes a los de una vendedora de frutas en la calle.

  • La pobre comunicación adentro del sector, que se debe a la heterogeneidad del mismo pero también a la pobre gremialización general y por ramas de actividades: no existen gremios fuertes de artesanos electricistas, por ejemplo.

  • La débil gremialización provoca una débil capacidad de comunicarse hacia fuera del sector y de realizar, por ejemplo, eficientes campañas de información pública, o de lobbying.


Pese a esfuerzos recientes, las instituciones de apoyo y centros de servicios no tienen una tradición de colaboración interinstitucional horizontal, dándose al contrario una segmentación del sistema por donante, o por tipo de usuarios. Es de notar que se ha realizado un importante esfuerzo de coordinación de los organismos de apoyo, quienes han publicado el "Libro Blanco de la Microempresa", esfuerzo de definición de un diagnóstico compartido de los problemas del sector así como de una estrategia común. También es importante señalar la multiplicación de iniciativas conjuntas, como la central de riesgos desarrollada entre financieras que tienen el sector de la MIPYME como cliente. Pese a estos ejemplos, sin embargo, los flujos de información entre los diferentes actores del sector son muy insuficientes: no existe por ejemplo mayor coordinación para definir criterios técnicos comunes, ni existe una preocupación real para difundir de forma sistemática los resultados de las iniciativas de apoyo a la MIPYME. Ningún organismo se encarga realmente de impulsar e incentivar la creación de este intercambio de información imprescindible para la coherencia del sector.


La debilidad de los flujos de información y de conocimiento en el sistema se traduce por lo tanto en grandes dificultades de comunicación e información hacia fuera del sistema, es decir hacia la nación. Así, el país no tiene conocimiento del aporte de la pequeña empresa al empleo nacional, o al producto interno bruto, por ejemplo. Esta carencia de información es particularmente preocupante en el caso de los tomadores de decisión, quienes carecen de la información básica para definir leyes y reglamentos que atañen a la MIPYME.


La ausencia de un marco de políticas y normas que estimulen el desarrollo del sector

No existe un sistema de incentivos y de disposiciones específicas para fortalecer las capacidades organizativas y administrativas de las MIPYMEs, ni para simplificar el marco legal en el cual se enmarcan. Esto trae como consecuencia que la mayoría de éstas se queda en el sector informal, sin mayores posibilidades de desarrollo, asumiendo costos elevados y siendo excluida de los principales instrumentos de apoyo.


Así, en el ámbito fiscal, el sector informal no paga impuestos directos, pero tampoco recupera el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) que paga al adquirir sus insumos. Las MIPYMEs son excluidas del acceso a las prestaciones formales (jubilación, seguro social entre otros), del crédito formal y parcialmente del sistema nacional de formación profesional y capacitación. Finalmente, esta informalidad incrementa la vulnerabilidad en el cumplimiento de los compromisos contractuales, ya sea para las empresas frente a sus clientes y proveedores, y para la mano de obra contratada por el sector.


Lo anterior se debe a la ausencia de un marco legal y jurídico adecuado que permita a la MIPYME legalizarse a un costo acorde a sus posibilidades financieras y en plazos aceptables. Esto también limita su capacidad de asociación, lo que no permite aprovechar potenciales economías de escala, entre otras cosas.

Por lo tanto se crea en la mayoría de las empresas del sector MIPYME un círculo vicioso en lo que a información y conocimiento se refiere: la ausencia de instrumentos legales y administrativos apropiados a las microempresas provoca una ausencia de demanda de información, y la ausencia de demanda de información legal y administrativa tiende a legitimar la falta de interés por su producción.


Por otro lado, la deficiente institucionalidad de los organismos de apoyo provoca una inadecuada especialización y visión estratégica de apoyo al sector. Existe una diversidad de instituciones de apoyo, con enfoques y métodos de trabajo diferentes, que ofrecen servicios a las MIPYMEs sin contar con un marco que oriente esta oferta. Tampoco existen esfuerzos sistemáticos de coordinación entre las instituciones de apoyo, de tal forma que la sostenibilidad de estas instituciones es problemática y no permite la especialización temática o geográfica. La dependencia parcial o total de subsidios externos refuerza esta lógica.

Lo último es particularmente cierto para el caso de las instituciones orientadas hacia el crédito para la MIPYME. La competencia desleal entre organismos que ofrecen crédito a su costo real, organismos que subsidian el crédito e instituciones que regalan fondos no permite la consolidación de un sistema capaz de responder a los problemas financieros del sector.


Finalmente, las MIPYMEs y las diferentes instituciones de apoyo no tienen la información suficiente sobre los procedimientos necesarios para obtener y canalizar recursos, debido fundamentalmente a la dispersión de las fuentes de recursos y a la poca difusión de información por parte de los donantes de sus procedimientos institucionales.


La existencia de problemas de gestión dentro del sector, tanto en el ámbito de los empresarios como entre los mismos programas de apoyo:


Existe una carencia de recursos y mecanismos para obtener y procesar información relevante para que las MIPYMEs puedan tomar mejores decisiones, tal como información sobre precios, clientes y proveedores, nuevas tecnologías aplicadas a sus unidades productivas, entre otros. Esto se explica principalmente por el hecho que actividades como la inteligencia de mercado son relativamente novedosas en el país, sobre todo para este sector, razón por la cual no existen todavía intermediarios especializados en brindar servicios de información (information brokers).

Los limitados flujos de información en el sector generan de la misma manera un insuficiente conocimiento y deficiencias de las unidades productivas en materia de estructura y gestión empresariales. Lo anterior se debe principalmente a las siguientes razones:

  • Los centros de servicios no priorizan entre sus actividades la producción de material didáctico acerca de administración y gestión empresarial para las MIPYMEs. Otro factor es que escasas veces existen en las capacitaciones materiales específicos para las diferentes ramas de actividades: el plan de negocios y el flujo de caja de una panadería son por ejemplo muy diferentes de los de una fábrica de juguetes, y las capacitaciones deben de tomar en cuenta estas diversidades por rama.

  • Los centros de servicios no sistematizan suficientemente sus experiencias de capacitación empresarial, y no divulgan generalmente sus resultados, lo que limita considerablemente las posibilidades de mejorar el sistema global de capacitación. Lo anterior es reforzado por la dispersión metodológica existente en la capacitación empresarial.



  • La MIPYME prefiere innovar en el proceso productivo más que en la administración. Existe una resistencia cultural al cambio de los procesos de gestión. El carácter familiar de las MIPYMEs tiende a reforzar esta resistencia.
←  Anterior Proxima  → Inicio