En la sección anterior, hablamos de que
las empresas siempre están en continuo movimiento. Es decir, están en un
proceso ininterrumpido de cambio. Podemos hablar de cambios internos y de
cambios en el entorno que repercuten dentro de la empresa.
Ahora bien, todo cambio genera miedos,
incertidumbre, temores, esperanzas, ideales, etc. Y esta reacción emocional
puede ayudar al crecimiento o puede entorpecerlo y paralizarlo. Cuando una
persona se ve sometida a fuertes presiones, su organismo reacciona presentando
una respuesta adaptativa que llamamos estrés. De la misma manera, cuando una
organización se ve sometida a fuertes presiones, se "estresa", es
decir, reacciona tratando de adaptarse a esas presiones.
El estrés cuando es excesivo enferma a la
persona, por lo que podemos decir, haciendo un paralelismo, que frente a un
estrés excesivo, la empresa también se "enferma". ¿Cómo puedes
reconocer que tu empresa está estresada? Y si lo está, ¿cómo manejarlo?
Existen ciertos eventos que estresan a
toda la gente creando un ambiente de tensión. Sabemos que el estrés o síndrome
general de adaptación tiene tres etapas en su desarrollo: etapa de alarma,
etapa de resistencia y etapa de agotamiento.
Es importante que la empresa no llegue a
esta última, por lo que deberá conocer las causas de ese estrés global y
reconocer los síntomas para manejarlo adecuadamente manteniéndolo en un nivel
funcional.
Causas de estrés en la empresa
Algunos de los factores que mayor estrés
causan en la empresa son los siguientes:
Cambios financieros importantes.
Devaluación, cambios en la bolsa etcétera.
Fuerte crecimiento económico de la
empresa.
Crisis económica, tanto interna como
externa a la empresa.
Problemas sindicales.
Recorte de personal.
Quiebra.
Huelga.
Cambio de ubicación geográfica.
Cambio de accionistas.
Cambios en la estructura administrativa.
Cambio de giro.
Crecimiento (apertura de nuevas
sucursales).
Cambios en las prestaciones o en los
salarios (aunque sean favorables).
Aumento de la competencia.
Venta de la empresa.
Comprar otra empresa.
Cambio de filosofía o de cultura.
Cambio de leyes laborales o fiscales.
Cambio de autoridades.
Cambio de tecnología.
Cambio de personal.
Cambio de horario.
Reubicación de instalaciones.
Implantar el uso de uniforme.
Cambio de mobiliario.
Construcción interna.
Como ves, cualquier cambio que afecte a
toda la empresa la estresa generando situaciones como chismes, resentimientos,
rivalidad, competencia por lograr nuevos privilegios o por no perderlos, o
envidias.
Además, estos cambios repercuten de manera
distinta en la empresa dependiendo de su etapa de desarrollo. Por otra parte,
frente a cambios que afectan a todo el personal, es normal que la empresa
"se regrese" a una etapa de desarrollo anterior. Es decir, que frente
a cambios importantes, la empresa pierde por un periodo su estabilidad y
empiezan a darse situaciones que ya se habían superado.
Si en tu empresa se están dando algunos de
los cambios anteriores, es conveniente que estés muy atento a las reacciones de
tu gente para que sitúes la etapa de desarrollo que se está viviendo y puedas
tomar las medidas adecuadas.
Por otra parte, te sugerimos que cuando
existan cambios que puedan afectar la productividad de tu empresa, trates de
minimizar los efectos negativos de la siguiente manera:
Informa a todo el personal sobre el cambio
que se va a dar y sobre sus consecuencias. Explica claramente el motivo de ese
cambio e indica, si es posible, el tiempo que va a durar.
Mantén siempre abierta la comunicación con
los empleados, indicándoles que pueden preguntar cualquier duda o manifestar
sus inquietudes y sugerencias.
Trata de que el cambio sea lo más planeado
posible para su adecuada estructuración. Es decir, que estén claramente
establecidos los pasos que se van a seguir.