En México se obtiene calidad de técnico cursando los estudios
correspondientes a nivel medio superior (después de la instrucción secundaria);
los estudios profesionales se cursan posteriormente a la
"preparatoria" o equivalente. El nivel técnico se ocupa, en
principio, de la capacitación en el conocimiento aplicado, que pretende la
preparación para el trabajo práctico; el nivel técnico es, por sus objetivos
generales, más modesto y de menos alcances que los estudios de licenciatura.
La instrucción superior capacita para el trabajo pero supone
además el estudio del conocimiento básico referido a la realidad relativa a la
disciplina de que se trate, así como la explicación científico teórica de esa
realidad. Esto pretende que el profesional esté en posibilidad de ejercer, pero
también de resolver problemas de mayor complejidad y derivar de ello nuevos
conocimientos. ¿Cómo desarrollar profesión alguna --Medicina, Derecho, Física--
si no lo hacen sus propios profesionales?; de ahí la necesidad de la formación
científico metodológica como piedra angular del desarrollo de las mismas. Si no
se cumple con la preparación en esos tres aspectos se propicia el estancamiento
de la profesión de que se trate y el desplazamiento por otros especialistas.
Ser profesional supone, entonces:
1) Dominio, en mayor grado, del conocimiento técnico.
2) Conocimiento básico de la especialidad, para comprender y
explicar con bases científicas el comportamiento de los fenómenos que le
competen.
3) Capacidad de influir en la transformación e innovación de
los fenómenos del caso, como resultado de la comprensión científica de los
mismos.
4) Capacidad de aportar nuevos conocimientos, derivado de las
innovaciones realizadas y de lo conveniente al desarrollo de la disciplina.
En materia de administración el conocimiento aplicado y el
conocimiento básico corresponden a lo siguiente:
a). El conocimiento aplicado se refiere a cómo administrar.
b). El conocimiento básico se refiere a la situación de
empresas y gobiernos, así como la comprensión y explicación teórico científica
al respecto.
Conjuntando, tenemos que la diferencia entre los
administradores técnico y profesional es, por principio, el nivel de formación:
1) El administrador técnico posee estudios para administrar y
su conocimiento es limitado respecto del administrador profesional.
2) El administrador profesional, en principio, domina de
manera superior la técnica de administrar y, además, es experto conocedor de la
situación de empresas o gobiernos (según su especialidad), la cual puede
explicar con bases científicas. Además está capacitado para innovar las
organizaciones y producir nuevos conocimientos, es decir para contribuir a
desarrollar la profesión.
Complementario al nivel licenciatura existen las maestrías,
orientadas a profundizar el dominio de la disciplina y capacitar para la
comunicación del conocimiento; existen los doctorados cuya finalidad es, en
esencia, desarrollar la capacidad de innovación y la producción de nuevos
conocimientos.
En consecuencia también es administrador quien posee el
conocimiento, profesión u oficio de administrar. En esto deberá actualizarse el
significado del término.
Al ampliarse el concepto del administrador se amplía el campo
de acción correspondiente. Además de administrar, el administrador profesional
puede desempeñarse como docente, investigador, asesor, prestador de servicios
de su especialidad, escritor y periodista en materia de empresas y gobiernos,
etc.